N° 250
El diplomático brasileño Roberto Carvalho de Azevêdo será a partir del 1º de septiembre próximo, el director general de la Organización Mundial del Comercio, siendo el primer latinoamericano en conducirla en sus 60 años de historia. Según fuentes de la organización, contó con el apoyo de 93 de los 159 países miembros, entre ellos las grandes potencias emergentes que conforman el grupo BRIC (Brasil, Rusia, India y China), superando a su competidor el mexicano Herminio Blanco, uno de los arquitectos del NAFTA y ferviente defensor del libre comercio, que fue respaldado por la Unión Europea y los Estados Unidos.
Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la CEPAL mostró satisfacción porque la suma récord de inversión extranjera directa -173.361 millones de dólares- refleja el particular momento que atraviesa la economía de América Latina. Sin embargo, señaló enseguida,” no vemos indicios muy claros de un aporte relevante de la IED a la generación de nuevos sectores o a la creación de actividades de alto contenido tecnológico”. Este no es un problema menor porque el principal desafío que enfrenta la región es el cambio de su estructura productiva.
A pesar del estancamiento y de la inestabilidad observada en los mercados internacionales, el comercio global del conjunto de países de la Asociación Latinoamericana de Integración registró en 2012 un pequeño incremento de ambos flujos respecto del año anterior: mientras que las exportaciones crecieron 1,3%, las importaciones lo hicieron a un ritmo superior, llegando al 4,1%. En tanto, el comercio interregional tuvo prácticamente el mismo nivel que en 2011: las ventas externas se expandieron un 0,3% y las importaciones descendieron un 0,8%.
Las cadenas de valor administradas de diversas maneras por las empresas transnacionales, que son las que dominan el comercio ya representan el 80 por ciento de los 20 trillones de dólares del intercambio mundial anual de bienes y servicios. Aunque ofrecen buenas oportunidades para que los países menos favorecidos puedan acceder al mercado internacional, las estadísticas que reflejan estos movimientos deben ser rediseñadas para evitar la doble contabilidad.
Ante el debilitamiento de la demanda externa -el alza del valor de las exportaciones será de apenas el 1,6%- en 2012 el crecimiento de la región, estimado en 3,1%, se basó en la expansión de la demanda interna resultante del aumento de los salarios y del crédito y estimulada, parcialmente, por la política monetaria o fiscal en la mayoría de los países. Así lo destaca el informe anual de la CEPAL “Balance preliminar de las economías de América Latina y el Caribe”, y agrega que “si bien subsisten incertidumbres a nivel mundial, la recuperación de la Argentina y Brasil y el dinamismo del consumo interno en varios países permitirán que la región crezca en torno del 3,8% en 2013”.
Las Pymes de Alemania o Bélgica acceden al crédito bancario con tasas sustantivamente más bajas que las que se aplican a las empresas de España, Italia, Grecia o Portugal. Pero además el crédito se seca, según reconoce el Banco Central Europeo, y el ajuste no ofrece salida a la recomposición de los altos índices de desocupación de los países más endeudados.
El presidente Barack Obama anunció en un acto realizado en Ohio que su gobierno denunció a China ante la Organización Mundial de Comercio (OMC) por los subsidios que, por alrededor de 1.000 millones de dólares, habría otorgado a las exportaciones de vehículos automotores y piezas y componentes entre 2009 y 2011. La decisión, conocida en plena campaña electoral, fue duramente criticada por el candidato republicano: “La credibilidad del presidente sobre este tema hace tiempo desapareció... ha fracasado durante 43 meses en confrontar con las injustas prácticas comerciales chinas”.
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) señala en su informe anual que “las crecientes brechas en el ingreso y la riqueza en todo el mundo no son un resultado inevitable de la globalización y el cambio tecnológico” y resalta que pueden y deben revertirse mediante una intervención del Estado basada en las políticas fiscal y laboral.
Después de más de 18 años de extensas y conflictivas negociaciones, Rusia se convirtió en el socio Nº 156 de la Organización Mundial de Comercio (OMC). En ese largo proceso, las fluctuaciones de la política interna rusa -entre concepciones nacionalistas y liberales- hicieron que el ingreso pareciera inalcanzable. Hasta último momento, y días antes que el presidente Vladimir Putin firmara la ley que subordina la legislación rusa a las normas de la OMC, en la Duma Estatal y en el Consejo de la Federación (las Cámaras parlamentarias) la oposición trató que expirara el plazo para la ratificación del ingreso y, al no lograrlo, finalmente votó en contra, “alegando unos que Rusia realiza una inadmisible cesión de soberanía y otros, que el país no estaba preparado para integrarse” al organismo que establece las normas básicas del comercio internacional y media en los conflictos entre países.
El Parlamento Japonés aprobó una ley para aumentar en forma escalonada la tasa sobre el consumo que en la actualidad es del 5 %, la más baja del mundo. La cifra se duplicará en octubre de 2015 al 10%, previo paso por el 8% en abril de 2014. La medida lanzó a las calles de Tokio a unos 200 manifestantes que rechazaron la suba del IVA haciendo sonar diversos útiles de cocina.