N° 250
El presidente del Instituto Argentino de la Energía “General Mosconi” ingeniero Jorge Lapeña consideró que el problema energético no es ya un problema de infraestructura sino político. Caída de la producción de gas natural, de petróleo y de reservas provocan un incremento de las importaciones energéticas.
El Instituto Argentino de la Energía “General Mosconi” señala que la producción interanual de petróleo en el mes de julio sufrió un leve incremento (0,75%) en el que inciden con fuerza la operatoria de las empresas PAE (10,32%) e YPF (4,76%). Pero no todo es positivo.
En esta nota, se comentan las negociaciones entre YPF y Chevron Corp. para llevar adelante el desarrollo del yacimiento de Vaca Muerta que es considerado a nivel internacional entre los principales reservorios existentes, del que podrían extraerse, según estudios realizados, 117 trillones de pies cúbicos de gas y 40 mil millones de barriles de petróleo por métodos no convencionales.
En un documento contundente que rebasa los límites del sector energético, ocho secretarios de Energía de gobiernos anteriores (Alfonsín, Menem,de la Rua, Duhalde) no vacilan en rotular al período 2003-2013 como la década perdida en tanto, contrariando lo sucedido en otras naciones de nuestra región, Argentina desaprovechó el autoabastecimiento energético exhibido desde hacía dos décadas, basado en una matriz energética diversificada que le permitió saldos exportables desde 1989 hasta 2010.
El Ministerio de Economía, Comercio e Industria de Japón –METI- anunció que por primera vez en el mundo se obtuvo gas natural de hidrato de metano congelado en depósitos off shore. La prueba de extracción fue realizada por la Corporación Nacional del petróleo, el gas y los metales de Japón –JOGMEC- en la costa de la prefectura de Aichi.
Desde hace varios años el “Observatorio Económico” del Instituto Argentino de Energía General Mosconi difunde informes periódicos elaborados en base a los estados contables auditados y publicados de un grupo de importantes compañías petroleras, gasíferas y eléctricas que muestran el incuestionable agravamiento de la situación económica financiera de las empresas del sector energético.
La subsidiaria de IMPSA, Central Eólica Pampa de Malaspina S.A. y Nación Fideicomiso S.A. firmaron un Contrato de Fideicomiso Financiero, con el objeto de financiar la construcción y puesta en marcha de un parque eólico de 50 MW ubicado en la provincia de Chubut. Dicho acuerdo prevé la emisión de Valores Representativos de Deuda (VRD’s) por hasta un monto de 100 millones de dólares.
Uno de los capítulos de un reciente documento de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe relevó los programas para la promoción de energías renovables no convencionales más importantes puestos en marcha en la región. Son iniciativas que tienen en común la participación del sector público como regulador y promotor y, en algunos casos, también como garante y proveedor de financiamiento, en tanto que el sector privado asume la realización y operación de la obra. A continuación, ofrecemos las principales características de los programas implementados en la Argentina, Brasil, Colombia, Chile, México, Perú y Uruguay.
Para acompañar un crecimiento del PBI de entre 4 y 5% anual, en el sector energético se deberían invertir 15.000 millones de dólares por año en el próximo lustro en energía eléctrica, petróleo y gas. Esto fue una de las conclusiones de un seminario organizado por los ocho ex secretarios del área que desde 2009 vienen alertando sobre los graves problemas que enfrenta el sector a partir de la caída en la actividad productiva y de las reservas hidrocarburíferas, y que llevaron al país a abastecerse de las importaciones.
Con el auspicio de la Cámara de Industriales de Proyectos e Ingeniería de Bienes de Capital de la República Argentina (CIPIBIC), quedó constituido el “Cluster Eólico Argentino” que promoverá la creación, la integración y el fortalecimiento de empresas e instituciones que participan de la cadena de valor del sector de energía eólica en el país, mediante la cooperación e innovación colectiva entre los ámbitos empresarial, científico, gremial y gubernamental, con el fin de lograr una alta competitividad y transformar a la Argentina en un país exportador tanto de componentes, equipamientos y desarrollo tecnológicos del área eólica.