N° 250
Escribe el doctor MARCELO HALPERIN*. La negociación con la Unión Europea (UE) debe ser entendida como el anticipo de demoradas pero necesaria tratativas económicas y comerciales destinadas a diversificar las fuentes de suministro de capitales, bienes y servicios, por una parte y para extender la oferta exportable argentina en el mundo. A diferencia de los compromisos internacionales asumidos por otros países latinoamericanos, frente a países desarrollados, el Mercosur constituye un obstáculo más que un beneficio para sus Estados Partes considerados individualmente, ya que el Tratado con la UE garantiza la libre circulación de bienes y servicios de ese origen en toda la extensión de un territorio que sin embargo no está integrado macroeconómicamente.
Un informe elaborado por la Secretaría General de la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI) confirmó que el comercio intrarregional de la región se expandió a un ritmo moderado en 2018, ya que medido según las exportaciones creció un 8,3%, mientras que según las importaciones registró un 7,7% de aumento( con una pronunciada caída al respecto del 13% y 16% respectivamente verificados en 2017).En cambio ,el comercio extrarregional experimentó un importante incremento: las importaciones originarias del Resto del Mundo crecieron un 12,2% frente al alza del 10% de las exportaciones hacia ese destino, reduciendo el superávit comercial regional que pasó de 41,7 millones de dólares a 30,4 millones en el período analizado.
Para la relación bilateral, el triunfo de Jair Bolsonaro como presidente del Brasil es un dato capaz de alterar el espacio económico y político creado desde el Mercosur y los procesos de integración previos a su constitución. Aunque hay quienes se esperanzan en que el cambio pueda potenciar a la economía local, los más prudentes advierten dificultades que incrementan las alertas ya encendidas por la opresiva marcha de la economía vernácula. “Sobre llovido mojado” dice el refrán en el que se escudan los que sostienen que el gobierno de Mauricio Macri hizo una lectura equivocada sobre el mundo en el que se pretendía insertar a la Argentina.
El Mercosur(MCS) y la Unión Europea(UE) parecen haber dejado de “negociar contra el reloj” el Acuerdo Birregional, cuyos objetivos en materia comercial, económica y de cooperación para la integración, incluyendo el diálogo político entre las instituciones de ambos bloques ,fueron establecidos en diciembre de 1995.En la reunión de alto nivel de los cancilleres del MCS y los comisarios europeos de Comercio y de Agricultura , celebrada recientemente en Bruselas, se acordó esperar la finalización del receso del verano europeo y reiniciar las negociaciones a principios de septiembre ,con vistas a cerrar, al menos, el” acuerdo político” antes de las elecciones presidenciales de Brasil, convocadas para el 8 de octubre próximo( y 28 del mismo mes en caso de una segunda vuelta).
Cerrando un ciclo de cuatro años consecutivos de contracción, en 2017 el comercio intrarregional entre los países miembros de la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI) volvió a crecer y en forma significativa: medido según las exportaciones en 13% y según las importaciones en 16% respecto del período anterior. Sin embargo, pese a la mejora, el comercio entre los países integrantes del organismo justifica sólo el 13,4% del comercio global de la región. Por su parte, el comercio regional con el Resto del Mundo también se expandió en forma bastante generalizada, tanto por origen como por destino.
A 18 años de la realización en Buenos Aires de la primera ronda de negociaciones del Acuerdo Intrarregional Unión Europea-Mercosur, persisten los interrogantes sobre la posibilidad de que en fecha cercana pueda anunciarse que ambos bloques coincidieron en sus aspectos políticos y de cooperación, abriendo una etapa que permita seguir explorando las alternativas para cerrar más adelante(¿antes de fines de 2018?) los temas comerciales pendientes de definición.En el recién concluido mes de marzo no se comunicaron avances en las negociaciones, salvo la declaración de los cancilleres del bloque subregional difundida al término de una reunión celebrada en Asunción, en la que comunicaron que habían recibido información de los coordinadores nacionales sobre los resultados de las reuniones intra-técnicas en las que se consideraron las cuestiones sensibles y aún en debate con el bloque comunitario, al tiempo que reiteraron “la vocación política del Mercosur de concluir lo antes posible las negociaciones con la Unión Europea”.
Las aceleradas negociaciones que se están llevando adelante para la firma de un acuerdo comercial en el marco de una“Asociación Birregional” entre el Mercosur y la Unión Europea (UE) siguen en Asunción con una nueva ronda técnica.La manifiesta voluntad del gobierno argentino de superar las diferencias “cueste lo que cueste” y adjudicarse un “éxito político” antes de la apertura de los procesos electorales en Brasil y Paraguay y la falta de información precisa de las ofertas presentadas en las últimas reuniones por funcionarios de los dos bloques para acercar posiciones (a lo que se suman las filtraciones y trascendidos de todo tipo), motivó a la Unión Industrial Argentina a preparar un documento que hizo llegar al secretario de Comercio, Miguel Braun, que detalla ”un conjunto de sugerencias para que el mencionado acuerdo se transforme en un elemento para el desarrollo efectivo de ambas regiones, respetando los valores compartidos del desarrollo sostenible y el fomento de la producción y el empleo de calidad”.
El Consejo del Mercado Común (CMC) del Mercosur aprobó en su última reunión el texto del “Protocolo de Contrataciones Públicas” del bloque subregional, que establece que cada Estado Parte (EP) otorgará en forma inmediata e incondicionalmente a los bienes y servicios y a los proveedores de los otros EP un trato no menos favorable que el que dan a sus propios bienes, servicios y proveedores y como mínimo tan beneficioso como el que concedan a cualquier otro socio comercial.El documento también contempla la facilitación de la participación, ya sea en forma individual o conjunta, de las micro, pequeñas y medianas empresas (MiPyMES ) en los procesos de contratación.
En la 11ª Conferencia Ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC), que tendrá lugar en Buenos Aires, de 10 al 13 del corriente mes, no se lograrán consensos ni compromisos significativos en los temas que han quedado pendientes de la Ronda Doha y en relación con los nuevos desafíos que presenta una mayor liberalización del comercio internacional. En momentos que hay una preocupación extendida por “el aumento del sentimiento anticomercio y antiglobalización”, que encuentra entre sus máximos promotores al presidente estadounidense, las expectativas están centradas en que los representantes de los 164 países que participarán en la reunión concreten “pequeños avances” y dejen un camino abierto para fortalecer, en el marco de la OMC, el sistema multilateral del comercio.
Recién en la última quincena de noviembre, los sectores industriales comprometidos en las negociaciones para la firma de un Acuerdo de Libre Comercio Mercosur-Unión Europea se decidieron a exponer públicamente sus cuestionamientos ante la falta de atención de las autoridades nacionales a sus pedidos de participar en la discusión y a los requerimientos de información sobre los avances en las tratativas. Con el aporte de presentaciones realizadas en el Parlamento y de las opiniones de caracterizados dirigentes ofrecemos a continuación el posicionamiento de las industrias metalúrgica, de la indumentaria, farmacéutica y autopartista y del sector naviero ante los compromisos que aceptaría asumir el gobierno argentino.